[ NOTICIAS COLOMBIA ]: La revictimización de los exiliados políticos colombianos

-Reunión de de exiliados políticos colombianos exigieron sus derechos ante la ONU-

Siguen perseguidos por el Estado colombiano en el exterior y discriminados en algunos países.

Denunciaron ante la ONU, "No hay condiciones para el retorno"

Por Eliécer Jiménez Julio, Ginebra, Suiza. Abril 2015 I

Colombia tiene cinco millones de compatriotas viviendo en el exterior, de ellos 4,5 millones son migrantes economicos y medio millón tienen el estatus de exiliados o lo están demandando en 45 países, pero la gran mayoría son exiliados políticos victimas perseguidas por el Estado junto con sus aliados los paramilitares y hoy vienen denunciando de manera insistente los nuevos procesos de revictimización que ejerce tanto el gobierno de nuestro país de forma directa o indirecta y/o lo sufren en algunos de los países donde viven actualmente.

Este núcleo humano compuesto básicamente por centenares de sobrevivientes del genocidio contra la Unión Patriótica, el Partido Comunista, Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos, Movice, sectores independientes, organizaciones sociales, defensores de derechos humanos han sido condenados a vivir fuera de la Patria como alternativa a ser asesinados, torturados o encarcelados por ser opositores a los gobiernos de turno aplicándoseles la teoría militar extranjera de «enemigo interno » por proponer una sociedad y país diferente con justicia social.

Este grupo que está organizado en más de veinte países denominado « Constituyentes por la paz, exiliados políticos perseguidos por el Estado colombiano » (1) y de la cual forman parte una centena de organizaciones todas en el exterior tuvo la oportunidad de reunirse la semana anterior por segunda vez en menos de tres meses con funcionarios de la Oficina del Alto Comisionado para los DDHH de la ONU en Ginebra, Suiza ; con el propósito de aportar decenas de pruebas de los procesos de revictimizacion a que son sometidos y en especial dejar claro que a pesar de la falsa propaganda que hace el presidente Santos junto con algunos incautos, invitándoles al retorno por unas migajas de dinero, no existen condiciones ni garantías de ningún tipo por parte del gobierno para volver al país, so pena de ser asesinados, encarcelados o perseguidos ya que la situación socio-político-económica en Colombia no ha cambiado para nada y por el contrario ha empeorado.

El exilio mismo es una re-victimización permanente por el desarraigo psico-social y familiar, que cortó de un tajo la posibilidad de todo contacto físico con la patria al no poder volver a vivir en entorno natural y social, estar con lo suyo y los suyos y de paso despojándoles de sus derechos ciudadanos.

La re-victimización que ejerce el gobierno Colombiano y expuesta a los funcionarios de la ONU en Suiza, pasa por acusaciones de ser terroristas, insurgentes, colaboradores de las insurgencias, solicitudes de incorporación de nombres en listas negras y rojas internacionales, seguimientos policiales aquí en Europa y America Latina a donde viajan estos o sus familias, interceptaciones de todo nivel a comunicaciones privadas como la « Operación Europa » desde el gobierno de Álvaro Uribe y con el hacker Andrés Sepúlveda en el gobierno de Santos, solicitudes de allanamientos a residencias de los exiliados, las cuales han sido ejecutadas por la policía de diversos países donde están, extradiciones ejecutoriadas y solicitudes de otras, detención extraterritorial para juzgamiento judicial en los países de acogida etc.

A todo este proceso de violación de ddhh, políticos y sociales se suma la aplicación de ciertas formas sutiles de discriminación en algunos países de acogida ya que legislaciones vigentes de los mismos conducen a invisibilizarlos. Se les niega el asilo, en otros casos se les mantiene la incertidumbre a los compatriotas durante meses o años bajo la categoría de requerente de asilo, otros solo tienen el estatus de asilo humanitario, convirtiéndolos en mendigos, sin poder desarrollar procesos normales de reinserción a la sociedad receptora; negándoles la aplicación y perfeccionamiento de sus habilidades personales y académicas sin poder proyectar un futuro medianamente seguro y tranquilo ya que pesa sobre ellos de manera permanente, la espada de la expulsión, mediante la cancelación del permiso humanitario de Estadía.

En otros casos se niegan los permisos de residencia o nacionalidad que por leyes de los mismos son normal para otras personas al haber cumplido tiempo de estadía, edad, integración o aporte económico al país receptor, pero para algunos exiliados colombianos esto no es posible porque hay decisiones políticas de fondo entre el gobierno colombiano y los países de acogida que anteponen los acuerdos comerciales a la carta de la ONU.

Algunos Estados europeos han ejecutado acciones penales en el país receptor contra compatriotas por el solo hecho que el gobierno colombiano se lo ha pedido por ser oposición. Situaciones donde a pesar de ser el exiliado ciudadano nacionalizado del mismo no es defendido ante los atropellos que ejerce el gobierno de Colombia al detener personas en un tercer país. Se piensa que se está a salvo donde vive lejos de Colombia, y por el contrario está viviendo en un lugar donde ese país se alía con el gobierno colombiano quien le sigue persiguiendo y hasta le acusa de terrorista.

En diversos países receptores los exiliados políticos colombianos se les impide o no se estimula la vinculación laboral por efecto de su condición, no importando si su preparación académica traída desde Colombia u obtenida en los países receptores son superiores o iguales a los connacionales donde está presentando su nombre para un puesto laboral, alegando documentación, lugar de residencia, falta de integración, es decir se les niega la igualdad en el concurso por méritos en las aspiraciones laborales.

Algunos núcleos familiares son afectados cuando hay procreación, ya que por ser exiliados políticos no deben dirigirse a Embajada o Consulado colombiano con el propósito de hacer reconocimiento del recién nacido ya que estos padres y su familia están sometidos a perder el status de exiliado, y es así como la criatura se convierte en apátrida, ya que el país donde este nació tampoco lo reconoce y menos lo acepta como nacional de ese Estado.

A esto se suma que en varios países de acogida las condiciones del exilio son bastante precarias sin consideración de la afectación económica, social, familiar y psicológica que trae esa persona, conduciendo en muchos casos a que el requerente de asilo, asilado o refugiado temporal decida su retorno al país arriesgando su vida, seguridad personal , familiar , su libertad y como ocurrió con varios de estos compatriotas y que por razones de espacio solo nos referiremos a España y unos casos .

Varios exiliados además de ser espiados por el DAS en Europa a su retorno a Colombia fueron asesinados, Henry Ramírez, retornado en 2010 asesinado, Luciano Romero, acogido en el 2004 asesinado a su retorno en el 2005; Marcos Sossa, acogido el 2006 sufrió atentado 2010; Duván Vélez acogido 2009 y sufrió atentado en 2011, Arístides Oime acogido 2004 y hecho prisionero político 2009. (2)

Presencia de grupos paramilitares colombianos en España denunciado por el abogado Enrique Santiago.(3)

Revictimización como el ocurrido contra la dirigente de Marcha Patriótica Leyla Ordóñez en España cuando después de año y medio de persecución, la Audiencia Nacional archivó la solicitud de extradición. (4)

Alberto Pinzón Sánchez ex-integrante de la Comisión de notables para los diálogos de paz en el Caguan, salvó su extradición a Colombia mediante la nacionalización en Alemania.

En Francia, Hernando Calvo Ospina, periodista colombiano residente en el pais galo revictimizado en diferentes ocasiones, cuando un funcionario de la Embajada de EEUU en España le impidió montar en un avión de la compañía española Air Europa. El argumento: que en ese vuelo -curiosamente, a Cuba- iba a sobrevolar durante unos minutos territorio de EEUU, y que él está en una lista de personas peligrosas para la seguridad norteamericana. Un incidente anterior, se dio cuando su vuelo a Nicaragua fue desviado a México también por presión del Gobierno de EEUU, y de la reiterada negativa del Gobierno de Francia a otorgarle la nacionalidad por sus posiciones políticas y su apoyo a Cuba.(5)

Recordar el caso del también periodista de Anncol Joaquín Pérez Becerra nacionalizado y 25 años en Suecia, capturado en Venezuela, extraditado a Colombia donde estuvo encarcelado más de dos años. Y las continuas estigmatizaciones del gobierno colombiano contra la Asociación Jaime Pardo Leal en ese mismo país en Estocolmo.(6)

Testimonios como el del periodista Ricardo Ferrer Espinosa, exiliado en Israel y España y retornado hace cuatro años, hoy día dice « Confirmo públicamente que no hay acompañamientos, estructura, voluntad del Estado. La Ley de víctimas desconoce la realidad del exilio, no hay seguridad para quienes volvemos a Colombia. Desde 2013 estoy tramitando reparación por la vía administrativa y les aseguro que este proceso ha sido otra revictimización, la vida cotidiana en Colombia sigue siendo terrorífica en Urabá sigue mandando el miedo y las fuerzas ultraderechistas »(7)

Otros, que estando asilados en Europa han viajado a países fronterizos con Colombia en búsqueda de una mejor vida han sido objeto de amenazas por parte de los grupos paramilitares que accionan en complicidad y coordinación con el Estado y las fuerzas militares colombianas, teniendo que solicitar ante la ACNUR reasentamientos de manera urgente.

En el informe que entregaron los exiliados políticos perseguidos por el Estado colombiano a la Oficina del Alto comisionado para los ddhh de la ONU la semana pasada en Ginebra se concluye que :

« En los últimos años, Colombia se ha presentado como un Estado que hoy día respeta los Derechos Humanos, que no es el reflejo de la realidad, por ejemplo en lo que llaman política de "restitución de tierras", se continúa intimidando, amenazado y asesinando a quienes se han presentado con documentos a reclamar sus tierras y propiedades despojadas; la protesta social se continúa criminalizando, con más de 10.000 presos políticos, con excesos y atropellos del ESMAD. Se vende la idea mediática y diplomática que en el país colombiano, la observancia y cumplimiento de los Derechos Humanos es prioridad del actual gobierno, desconociendo que en los últimos 4 años han sido asesinados 110 sindicalistas; activistas sociales y políticos de oposición contabilizan más de 110 en el último año y para resaltar que el país ha sido catalogado con el deshonroso 2do lugar en asesinar a ambientalistas, que registran 25 muertos en el año 2014 y el primer país generador de desplazamiento forzado interno con más de 5 millones de personas y más de 60.000 desaparecidos, todo en completa impunidad.

Se observa tan catastrófica la situación de los Derechos Humanos, que incluso en un proceso de Diálogos por la Paz como el que se desarrolla en La Habana con la FARC-EP, y el estancamiento de la etapa de exploración con el ELN, las solicitudes de asilo se multiplican, encontrando grandes obstáculos internos como externos, como mecanismo de protección humanitaria; porque la situación en Colombia no ha cambiado y menos hay condiciones favorables para el retorno. Por el contrario, muchos de nuestros familiares que no pudieron venir o salir del país, hoy día continúan siendo amenazados allá porque hoy aquí estamos denunciando ante la ONU las atrocidades que ha cometido y continua realizando el Estado y gobierno colombiano. » (8)

Lo cierto hasta ahora es que la Unidad de Atención a las victimas viene engañando esta gran población con una ley de victimas prometiendo lo que no puede, no ha cumplido y no va a cumplir porque el Estado colombiano nunca ha sido capaz de garantizar el derecho a la vida, menos acceso a la educación, vivienda, trabajo y a una paz con justicia social. (9)

La ley de víctimas no ayuda para nada los exiliados y es más propaganda que realidad. La realidad es la misma que la de todos los programas del gobierno de Bogotá: clientelismo, publicidad y migajas, por eso no es posible retornar y la gran mayoría de los exiliados políticos perseguidos por el Estado colombiano prefieren habitar lejos y con la nostalgia de la patria, pero vivos y no asesinados o una cárcel en Colombia.