"El espíritu de nuestros muertos, conformará el alma de una nueva generación"
¿Puedo un hombre mantener su código de moralidad, en un mundo inmoral? (Film sobre Polonia)
La nueva elección presidencial en Colombia- es una idea romántica, de sueños, de luces destellantes que se elevan y luego se apagan bajo el firmamento. No se ha iniciado el gran rayo del despertar, aún el tiempo se atrapa bajo un oscuro parlamentarismo. Con la nueva elección presidencial no hay júbilo de un pueblo, solo un pequeño espíritu que atisba en : la fuerza de una izquierda institucional- la derecha bajo una oligarquía tradicional santista- la estatización del poder violento Para –Uribista- regidos por la combinación de un cielo en un orden rígido señalado por el gran capital.
En Colombia se entremezcla este mundo inmoral. Existe una gama de acciones de un fascismo, que no es precisamente vernáculo: persecución y muerte a líderes de tierras, muerte a campesinos, asesinatos a miembros de sindicatos, muerte y persecución a defensores de Derechos Humanos,…mujeres, hombres, jóvenes, monjas, sacerdotes, maestros, indígenas, sindicalistas, obreros, empleados todos mueren bajo un modelo de eliminación que tiene su inspiración en el siglo XX: el fascismo, que no es cuestión del pasado.
En Colombia, el paramilitarismo hace parte del método fascista más relevante durante el siglo XX, donde un pueblo no logra liberarse en el siglo XXI. No importa como lo llaman algunos académicos: clásico o contemporáneo, no es asunto mío llamarlo como periodo histórico. Estamos atrapados en el siglo de Einstein. La inspiración del tiempo: la Gestapo y el renacimiento científico son hijos de una misma sala- cuna. El fascismo aplica al hombre las leyes de los átomos.
Los principios del fascismo se alienan, bajo los principios de la física cuántica, en el mundo de las probabilidades, del conjunto de individuos físicos. Su fin aniquilar estratos enteros de población.
Cabe preguntarse:
¿El fascismo se funda sobre el principio de la política cuántica, de una Probabilidad política?- Mire el substrato histórico del movimiento político de la Unión Patriótica, donde se eliminaron físicamente aproximadamente 4000 mil personas en el siglo XX y otras poblaciones manifiestas en el orden político y social representadas en líderes, miembros de sindicatos, obreros, maestros, indígenas, negros y comunidades populares, - ¡¿Qué fue de ellos ?! Este tiempo cruel es solo un ejemplo criollo del aquí, del tiempo que no es más que el allá, inspirador del aniquilamiento de masas. En Colombia en vías de una paz, se continúa con el exterminio que se traza de manera cuántica, separatista, segmentada bajo el tiempo liberador de las comunidades. La paz se perfecciona y toma su tiempo en el claro oscuro de la guerra.
El fascismo en Colombia no es una cuestión del pasado, ni es un fantasma, vive y está bien presente en la operatividad del tiempo. Los muertos hablan y esperan el alba que aún no despunta...
II.
¿Hay que cruzarse de brazos, con ánimo conciliador y esperar el siguiente vómito del enemigo? Representar lo impensable, es alertar el presente en contravía, sobre ese sueño repetitivo que no tiene lenguaje más, que él de una secuencia protagónica del siglo XX en América Latina: el capitalismo y su alianza con el fascismo. Esto no es por azar, estos se han convertido en compañeros de viaje del siglo XXI. Todas las fuerzas se apiñan en cada rincón del orden mundial: Colombia no se escapa a ello y su multitud no está. - ¡¿Elevamos las manos hacia Dios, para que venga el mesías?
El siglo XXI- propone la velocidad de un fascismo revelador, un presente en el viaje terrible del tiempo. Tiempo que no es más que un rayo que no trasciende aún en la aurora. Es un punto que se inflige en sobrevivir en el alba, pero también la libertad que se advierte desde lo cotidiano. Es el siglo de la contienda y la resolución interna se halla en la lucha cotidiana. El Uno y el Otro reconociéndose como encuentro interno de una colectividad política. La lucha está ahí y todas las fuerzas intrínsecas que se derivan ante la vida...de cara al mundo interior, justo contra esa inmoralidad que vierte a los seres, bajo pequeñas partículas...
III.
El fascismo y el hombre no pueden coexistir - ¿Cómo representarnos en este tiempo de acumulación de muerte? -El fascismo se halla como un guijarro en Colombia.
El siglo XX con sus principios de la física contemporánea, en su modernidad traza el magma del fascismo en el siglo XXI. Arrastra sin preámbulos, todo el valor de un sistema y sus propios intereses de clase en respuesta al orden mundial: la expansión del imperialismo que compromete a las fisuras paupérrimas de gobiernos mal nacidos como Colombia. Colombia está raída, esta huérfana, tiene pérdida a su madre, subyace en una sala-cuna.
El tiempo mesiánico crece como grupúsculo histórico- ese que va más allá de un tiempo profano, el cual se condensa como masa espesa al servicio pusilánime de un Estado.
No se ignora- el fascismo se funda en la aniquilación de personas, en la eliminación de un pensamiento, en vencer a los hombres moral y éticamente. Son tentáculos bajo brazos en movimiento que aniquilan estratos enteros de población nacionalidades y comunidades. Es necesario, estar en el presente más allá de un tiempo mesiánico – Sí el fascismo vence, el hombre deja de existir, quedan sólo criaturas sonámbulas, opacadas, carentes de motivos, sólo quedan antropoides que han sufrido transformaciones internas.
Contrariamente cuando el hombre dotado de libertad, carencia y motivo, es él que vence, el fascismo es el que muere y aquellos que se han sometido a su servicio, como átomos, guijarros a él, vuelven a ser hombres.
Un sistema puede ocultarlo todo, pero no el olor a muerte de cientos de jóvenes y la miseria de un pueblo. Ahí está la clave para representarnos…
Sara Leukos.
Sara de pluma suelta, y palabras ciertas y sentidas, mira que fascismo arroja el señor santos en tiempos de sombras que le cubren y lavan su ruin figura enseñoreada de clase al que lanza bombas desde el cielo y en tierra no importa que, con tal de acallar las justas luchas del pueblo
ResponderEliminarUn saludo
María Madrugada