/por Eliecer Jiménez Julio entrevista a Günter Pohl/
Es importante que la reivindicación de sacar a las FARC y al ELN de la lista implique siempre una exigencia de acabar con la lista como tal. No hay que caer en este juego mientras ellos pongan las reglas”.
“El poder económico real busca una Colombia pacificada, y no una Colombia de paz, pacificada significa una guerrilla sometida” :Günter Pohl P. Comunista Aleman
Pensamientos de internacionalistas sobre los diálogos de paz en Colombia (1a entrega)
Deutsche Kommunistische Partei,
Partido Comunista Alemán
Por Eliecer Jiménez Julio
Interesados en conocer las opiniones y pensamientos de algunos dirigentes políticos europeos sobre el desarrollo de los diálogos de paz que en este momento el gobierno colombiano y la insurgencia de las FARC-EP realizan en la Habana, Cuba, y también su incidencia en los diferentes países de Europa damos a conocer textualmente dichas opiniones. En esta primera entrega conversamos con Günter Pohl, Secretario de Relaciones internacionales del Deutsche Kommunistische Partei, Partido Comunista Alemán, quien nos da sus conceptos, nos responde y textualmente transcribimos.
“Para los círculos económicos, para el poder real, el interés se dirige más a una Colombia pacificada, y no tanto una Colombia de paz. Pacificada significa una guerrilla sometida” Günter Pohl
E.J. En este momento de los diálogos de paz que se desarrollan en La Habana entre el gobierno Colombiano y las FARC EP, cual es su impresión o análisis de los mismos?
Günter Pohl “Creo firmemente que los diálogos tienen que tener un desenlace positivo, sin embargo, mi optimismo al respecto no llega a la necesidad. Uno puede observar que, desde el principio, de parte de las FARC se han hecho varias propuestas para el primer párrafo (tema agrario), y por otro lado las FARC tomaron medidas concretas, como el cese de fuego unilateral en los primeros dos meses. Es notable cómo la respuesta gubernamental tanto en Colombia como en La Habana prácticamente ha sido la misma: el gobierno siguió con la guerra y sus ataques. Y en La Habana se está negando a ceder terreno en el tema agro-económico. Este tema es crucial, como todos sabemos, pues toca las razones profundas del conflicto colombiano: la desigualdad más que todo en el campo. Y el gobierno, en este conflicto profundamente clasista, representa los intereses de una clase. Es demasiado lógico que las partes en un conflicto de clase generalmente no puedan ceder nada como que uno pueda creer realmente en una paz duradera.
Por otro lado: no hay más solución que llegar a un acuerdo, puesto que la militar no es viable, por lo visto. Entonces, lo que puede ayudar, es únicamente la presión popular. Ésta tiene que crecer, y hay indicios que el movimiento por la paz en la misma Colombia esté avanzando.
A propósito, la negación del gobierno de dialogar en la misma patria, subraya, desde mi punto de vista, que el apoyo popular es crucial para los que quieren la paz y es un susto para los guerreristas. Por eso mismo, el hecho de que se negocie en Cuba, en el primer momento fue una ventaja para el gobierno. Es cuestión del pueblo colombiano revertir esta situación”.
Günter Pohl “Creo firmemente que los diálogos tienen que tener un desenlace positivo, sin embargo, mi optimismo al respecto no llega a la necesidad. Uno puede observar que, desde el principio, de parte de las FARC se han hecho varias propuestas para el primer párrafo (tema agrario), y por otro lado las FARC tomaron medidas concretas, como el cese de fuego unilateral en los primeros dos meses. Es notable cómo la respuesta gubernamental tanto en Colombia como en La Habana prácticamente ha sido la misma: el gobierno siguió con la guerra y sus ataques. Y en La Habana se está negando a ceder terreno en el tema agro-económico. Este tema es crucial, como todos sabemos, pues toca las razones profundas del conflicto colombiano: la desigualdad más que todo en el campo. Y el gobierno, en este conflicto profundamente clasista, representa los intereses de una clase. Es demasiado lógico que las partes en un conflicto de clase generalmente no puedan ceder nada como que uno pueda creer realmente en una paz duradera.
Por otro lado: no hay más solución que llegar a un acuerdo, puesto que la militar no es viable, por lo visto. Entonces, lo que puede ayudar, es únicamente la presión popular. Ésta tiene que crecer, y hay indicios que el movimiento por la paz en la misma Colombia esté avanzando.
A propósito, la negación del gobierno de dialogar en la misma patria, subraya, desde mi punto de vista, que el apoyo popular es crucial para los que quieren la paz y es un susto para los guerreristas. Por eso mismo, el hecho de que se negocie en Cuba, en el primer momento fue una ventaja para el gobierno. Es cuestión del pueblo colombiano revertir esta situación”.
E.J. Piensa usted que estos diálogos y el proceso de paz que se pueda dar en Colombia, tiene mucho interés para Europa y en especial para Alemania y porque?
Günter Pohl , “La verdad es que en Europa interesa menos de lo que uno podrá suponer, si uno recuerda que el conflicto ya dura más de sesenta años. Estoy hablando de la cobertura mediática, al menos en Alemania. En España puede ser distinto por los lazos históricos y la facilidad del idioma. Para Alemania un posible proceso de paz en Turquía tiene más importancia, por cuestiones de la Unión Europea, y también porque viven muchos kurdos y turcos en Alemania.
Para los círculos económicos, para el poder real, el interés se dirige más a una Colombia pacificada, y no tanto una Colombia de paz. Pacificada significa una guerrilla sometida, y – por lo tanto – las mismas condiciones laborales, de latifundio, de relaciones de propiedad etc. Una Colombia de paz sería lo contrario.
Si me preguntas cuáles serían los intereses de los pueblos, claro que la respuesta es distinta. El interés nuestro es la paz en Colombia, sólo en ella se pueden desarrollar condiciones en que quepan todos. Obviamente, a sabiendas que no puede ser la paz del cementerio ni una paz a medias, sin justicia social.
Para los círculos económicos, para el poder real, el interés se dirige más a una Colombia pacificada, y no tanto una Colombia de paz. Pacificada significa una guerrilla sometida, y – por lo tanto – las mismas condiciones laborales, de latifundio, de relaciones de propiedad etc. Una Colombia de paz sería lo contrario.
Si me preguntas cuáles serían los intereses de los pueblos, claro que la respuesta es distinta. El interés nuestro es la paz en Colombia, sólo en ella se pueden desarrollar condiciones en que quepan todos. Obviamente, a sabiendas que no puede ser la paz del cementerio ni una paz a medias, sin justicia social.
E.J. En torno al tema de sacar a las FARC-EP de la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europa que se puede hacer y cómo hacerlo?
Günter Pohl “Tampoco esta respuesta puede ser fácil. Hay que ver que, por un lado, es obvio que no se puede esperar buenos resultados de una negociación en que unos son tildados de terroristas, y los otros se benefician de la lectura mediática internacional que supuestamente son los garantes de progreso, paz e igualdad. Todos sabemos que no es así ni que las FARC son un movimiento terrorista.
Sin embargo, hay un pero, Si tú pides que un grupo se saque de aquella famosa lista, corres peligro de que le des validez a la lista en general. Es importante que la reivindicación de sacar a las FARC y al ELN de la lista implique siempre una exigencia de acabar con la lista como tal. No hay que caer en este juego mientras ellos pongan las reglas”.
E.J. A su visión cual o cuales recomendación enviaría a la mesa de diálogo en la Habana?
Günter Pohl “Que se observe con cuidado los resultados de otros procesos de paz. ¿Cómo está Guatemala? ¿Qué se puede aprender de las experiencias salvadoreñas? Por otro lado, ¿cuáles son las conclusiones del proceso en Irlanda?
El arte consiste en reconocer que nada se puede comparar fácilmente. Y el caso colombiano, prolongado ya bastante más allá de la caída del muro (lo cual ejemplifica una vez más su singularidad), tiene algunas particularidades que no puedo abordar aquí.
Ahora sí, las recomendaciones - a los representantes del gobierno: traten de liberarse de presiones externas y pongan en la balanza cómo sería la cosa si sus propios hijos tuviesen que ir al frente a defender los intereses de la oligarquía.
A la guerrilla: ninguna. No me puedo permitir saber mejor que ella cómo son los asuntos colombianos ni tengo la experiencia de ella, ni a medias. Nada más mi reconocimiento por su disposición de trabajar por justicia e igualdad en Colombia”.
El arte consiste en reconocer que nada se puede comparar fácilmente. Y el caso colombiano, prolongado ya bastante más allá de la caída del muro (lo cual ejemplifica una vez más su singularidad), tiene algunas particularidades que no puedo abordar aquí.
Ahora sí, las recomendaciones - a los representantes del gobierno: traten de liberarse de presiones externas y pongan en la balanza cómo sería la cosa si sus propios hijos tuviesen que ir al frente a defender los intereses de la oligarquía.
A la guerrilla: ninguna. No me puedo permitir saber mejor que ella cómo son los asuntos colombianos ni tengo la experiencia de ella, ni a medias. Nada más mi reconocimiento por su disposición de trabajar por justicia e igualdad en Colombia”.
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